Crónica de un pago anunciado
Tomás Sánchez Director ASECH Co fundador Alma Suite @TomsAwaki
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Tomás Sánchez
Esa noche no dormí bien. Hasta las 11 de la noche refinando la propuesta que presentábamos frente al famoso “comité de gerentes”. Revisamos cada número para bajarnos e incluso cotizamos por internet algún proveedor más barato en China. 6 meses antes, había conseguido una reunión con el gerente de marketing, que después de dejarme plantado una vez, llegó media hora tarde a la reunión diciendo “tengo 20 minutos”. Tragarse la mala onda, pintarse una sonrisa y vender la octava maravilla. Última lámina: silencio incómodo, cara de poker y… “buena propuesta, es lo que necesitamos, hagamos un piloto”. No alcanzo a responder cuando... “¿podemos estar listos en un mes en el local de Ahumada?”. Tratando de comprar tiempo digo “tenemos que evaluar”, pero me cortan con ese tonito buena onda “lo tomaré como un sí… tenís que darte con una piedra en los dientes por trabajar con nosotros”.
Cuento corto, hicimos el piloto. Tuvimos que correr con todos los gastos, porque “no podemos aprobar un presupuesto tan rápido”, y frente a mi cara de espanto, el clásico consuelo: “tranquilo, cuando salga el proyecto les vamos a pagar con creces”. Todo fue un éxito: hasta el gerente general aplaudía cuando salieron en la tele y se ganaron el premio al local más innovador con nuestra idea. Y aquí estamos, en la licitación... “lo siento, pero somos una empresa seria, hay que seguir los protocolos”. Como si fuera poco, me llaman para decirme: “esta llamada nunca pasó, pero nos acaban de hacer una propuesta súper competitiva… de caballero te estoy avisando”. Sin comentarios.
Después de una semana me llega un mail de la mesa de compras: “Asignación de Proyecto: APROBADO”. No alcanzamos a celebrar y al día siguiente estábamos bien sentados en reunión mirando el plan… un local cada 3 semanas, al borde de lo surrealista. Sin mucho espacio a negociar pregunto por los términos de pago y me responden con una sonrisa: “compadre, estamos juntos en esta, hoy mismo sale la orden de compra”. Durante un mes pasó de todo: faltaba la firma de un gerente, el SAP no funcionaba, no estábamos creados como proveedor, un practicante ingresó mal el centro de costo y hubo varios mails que “no llegaron”, perdidos en el ciber espacio juntos con nuestra “OC”.
Estoy a una semana de pagar sueldos y no tengo cara para mirar a mi equipo. Los mismos que han dado la vida quedándose hasta tarde, no tienen un pelo de tontos y se lo imaginan. Me dijeron 30 días pero ya van 50. Llevo tres días llamando a todos los que conozco donde mi cliente. Hoy por fin uno me responde “vamos a pedir un pronto pago”. Pero ya es muy tarde, ayer factoricé y en la pasada me quedé sin margen. Aún no recibo la segunda orden de compra, pero tranquilos… mañana temprano se inaugura el tercer local.